Método Coreano que ayuda a eliminar todas las impurezas de la cara y prepararla para aplicar el resto de los productos de tu rutina del cuidado de la piel.
PASO 1 Limpiador a base de aceite, puede estar en forma sólida (bálsamo) o líquida y sirve para eliminar las impurezas como sebo, protector solar y maquillaje que se encuentran en la superficie de tu piel, sin aplicar presión o jalar tu piel.
PASO 2 Limpiador a base de agua, generalmente en gel o espuma (aunque los de leche también son pululares) que ayuda a darle a la piel una limpieza final y a eliminar cualquier impureza restante.
¡Este es el cambio o paso más beneficioso que puedes incorporar a tu rutina de cuidado de la piel!
Durante el día, nuestra piel es bombardeada por sebo, sudor, suciedad, maquillaje, células muertas de la piel, bacterias y contaminantes que pueden asentarse en nuestros poros, provocando acné, espinillas, piel descolorida y opaca.
El limpiador a base de aceite (paso 1) extraerá estas impurezas sin esfuerzo y el de base de agua (paso 2) limpiará las impurezas de suciedad que puedan adherirse a la piel, especialmente en lo profundo de los poros.
El agua y el aceite se repelen, por lo que la limpieza regular de un solo limpiador a base de agua no logra eliminar todas las impurezas de los poros.
Incluso las personas que tienen piel grasa se benefician mucho de la doble limpieza porque el limpiador a base de aceite elimina los aceites malos de la piel sin quitarle la humedad.
PASO 1 LIMPIADOR A BASE DE ACEITE / BÁLSAMO
• Aplica sobre la piel en seco.
• Con la espátula toma una pequeña cantidad y repártela en la frente, mejillas, párpados y barbilla.
• Masajea el limpiador suavemente hasta que tanto el maquillaje como el protector solar se hayan disuelto (aproximadamente 30 segundos)
• Agrega un poco de agua para emulsionar tu limpiador el cual se tornará lechoso/cremoso y después, enjuágalo con agua.
PASO 2 LIMPIADOR A BASE DE AGUA
• Una vez que hayas enjuagado tu limpiador de aceite, masajea tu limpiador a base de agua sobre tu cara aún húmeda con los mismos movimientos suaves.
• Enjuaga con agua tibia, seca suavemente y ¡listo! Tu piel debe sentirse suave, limpia e hidratada.
El pH de una piel sana es un poco ácido (4 a 5.6), esto se debe a que la piel con un pH bajo detiene el crecimiento de bacterias malas (las cuales prosperan con un pH de 6 o mayor en la piel). Elige un limpiador a base de agua con un pH bajo, especialmente si tienes piel propensa al acné.